Durante la evaluación física se inspeccionará el estado de los tejidos de los genitales, la mucosa vaginal y su hidratación, si existen fisuras anales o vaginales, hemorroides, presencia de cicatrices, estado del tejido eréctil del clítoris o pene, la presencia de reflejos y si la persona consigue realizar correctamente la contracción del piso pélvico y su relajación. También se realizará una palpación músculo por músculo del piso pélvico, a través de la vagina o el ano según sea el caso para identificar tensiones, puntos dolorosos, hipoactividad y si corresponde, se procede entonces con la evaluación de la función muscular para conocer la fuerza, resistencia, potencia y relajación de esa musculatura.

Luego, en las sesiones de tratamiento y dependiendo de los hallazgos de la evaluación, pueden utilizarse diferentes técnicas y herramientas terapéuticas para tratar puntos de tensión o de dolor, realizar elongación de estos músculos, mejorar la sensibilidad y acompañar o monitorear ejercicios de propiocepción, coordinación o fortalecimiento de la MPP.

Los tratamientos que realizo en mi consulta son 100% personalizados y las sesiones son presenciales. Las intervenciones son siempre priorizando la recuperación de la función como también que la persona pueda integrar a su vida, el entrenamiento muscular del piso pélvico (EMPP) para mantener su musculatura en buen estado.